Monday, May 12, 2008

12 de mayo de 2008:

Como era previsible la maldad gana espacios importantes (para ellos) dentro de la organización. Un consejo que puedo lanzar al mar de las letras muertas es que la sinceridad no es un activo apreciado en el ámbito de las relaciones societarias, sobre todo cuando se declara a los cuatro vientos que el único punto débil representa la permanencia de un familiar en un cargo sin importancia dentro de la estructura funcional. Nadie aprecia el interés por las personas, nos jactamos comentando que somos una institución cuya misión es hacer efectiva la protección social de nuestros asociados, pero, despreciamos a nuestro recurso humano y dejamos que el rencor, por una pelea tan o más infinita que el sermón presidencial, nos coloque en un plano en donde consideramos que un éxito profesional viene de la mano de la humillación del personal a nuestro mando. Pero lo que intenté precaver en la mañana fue lo que se impuso, el querer sacar de la organización al débil jurídico, a la despreciada de siempre, que ha estado allí desde que el mundo es mundo, únicamente para probar que la vileza ha tomado el control de una mente que ha sido sembrada por la certeza que existe una confabulación para atacar a ¨la cosita que es de lo más bella¨, ¨a la persona con talento sobrehumano¨, al femenino del número uno. En fin, otro día perdido en el paraíso de los idiotas, que por estos bares también se creen con alta calificación para manejar un negocio para el que no tienen la más puta idea de que se trata. Triunfó la envidia sobre lo técnico, la caradura sobre la estadística, aunque todavía pienso que en manos de 3, quizás 4, está el revertir tamaña injusticia y ese será el trabajo que quedará pendiente para la semana que murió en su segundo día. ¿O será que lo que se quiere es no revisar el informe del 5 de mayo? Bueno, cualquier cosa es posible.

Saturday, May 10, 2008

El Comité:

La pausa a sentado bien a las letras pero muy mal al espíritu. En los noventa días recientes me he dedicado en cuerpo y con una dosis promedio de alma, a coordinar un comité en donde sus miembros se creen con derecho de equipararse con los caballeros de la mesa redonda o con el estado mayor de Napoleón, con una diferencia que complica la ecuación, todos son el Rey Arturo y todos a su vez son prisioneros en Elba. No hay ningún interés por las actividades vinculadas a la operación, el esfuerzo se centra en ¨conquistar espacios¨, ¨defenderse de confabulaciones¨, ¨concretar alianzas¨, ¨expulsar al enemigo¨, y cualquier otra mamaguevada que se pose en la mente de sujetos febriles, terriblemente acomplejados, pero sobre todo malas personas en stricto sensu. Pero como es deber de padre proteger a sus retoños, me propongo realizar un ejercicio en donde intente disminuir el impacto de una idiotez colectiva que pone en peligro la atención de afiliados, quienes han confiado en nuestra sociedad para proteger su salud y su patrimonio. El comienzo parece simple, empezar por el inicio, pero tan fácil no es porque todos tienen una visión particular que los hace dueños de la idea, únicos promotores y salvadores de la patria, insustituibles pues, aunque nada de eso es verdad, la empresa fue parida por una madre que en este caso lleva el nombre de hombre, más específicamente por Charles, con todo el dolor para el alma del atormentado Airen El alumbramiento de las morochas tuvo lugar en fechas diferentes, con tres años de diferencia, situación que se puede verificar en la práctica solo para el caso de sociedades mercantiles, pero son hermanas y peor aún son interdependientes hasta tal punto que la muerte de una arrastrará a la misma suerte a la otra. Pero basta de cháchara, demos rienda suelta a los recuerdos, esperando que la velocidad de escritura permita enderezar el árbol torcido, para que el final de todo este sin sentido sea cuando menos ajeno a la tragedia. Mi nombre es Andrés, y soy un personaje que se repite en al menos dos historias más, pero en esta tengo la ventaja que la práctica en el escribir y contar si hace al monje.