Tuesday, December 29, 2009

Acuerdo no, negocio si:

Una de las contradicciones que más me cautiva del proceso evolutivo que vivimos tiene que ver con la capacidad de quienes nos dirigen de cerrar operaciones comerciales (cumpliendo medio a cabalidad con lo contratado) y no acuerdos políticos con las mini fuerzas de la oposición. Existe una notable preferencia por trabajar con los mismos actores económicos (políticos, religiosos, etc.) de la IV (tal vez tratando de aprender a realizar negocios sin ninguna moralidad) desechando el mejorar a la Redoma de Petare por estar en manos del estupendo bailador de Ska. Cuando se trata de ejecutar presupuestos, de abrir cuentas bancarias, de usar fondos públicos para la compra de emisiones de bonos públicos o para comprar bancos, está permitido utilizar la figura del comisionista rojo, del fulano que conoce a quien firma los cheques, pero el diseño de la operación se deja en manos del tecnócrata neoliberal. Y no pocos se preguntan ¿Cómo es posible que no se hable con UNT pero si con su agencia de publicidad?, la respuesta mis estimados se cae de madura, porque los revolucionarios después del 2.002 aprendieron sobre la levedad del poder, sobre el discreto encanto de comer caliente (y sin moscas alrededor) en Paris, pero sobre todo aprendieron que el principal ingrediente para sostener un proceso socialista, liberador y multipolar es el dinero. Por eso se montan areperas socialistas más costosas que cualquier franquicia imperial, para demostrar que con el marxismo todo se puede siempre y cuando se respeten los principios del libre mercado (ese día se asomó el aumento de la arepa de Bsf. 5 a 8 porque se debía garantizar la sostenibilidad financiera de la operación). Pero volviendo al detalle simpático de la falta de encuentro entre el gobierno (ente multiforme y de pies de barro) con los representantes de las fuerzas oscuras imperiales que pierden sus días explotando a los banqueros buenos (ergo=políticos de oposición) y de ese súper ladilla mensaje infinito que nos habla de la imposibilidad de compartir la mesa si antes no son ungidos por la llama revolucionaria, sobre ese detalle les tengo una primicia: a ninguna de las partes les interesa promover el encuentro nacional de todos quienes hacemos vida por estos bares porque, si lo intentan, se les acabaría en consecuencia la posibilidad de seguir explotando a la sociedad con el cuento de la guerra (ojo, a ambos bandos). A George W. le mando mis malos recuerdos y a nosotros, tontos de capirote, nos deseo un feliz 2.010, lleno de dicha y prosperidad, lamentablemente cargado de una sobredosis tan dañina como la del polvo blanco, la guerra mediática.

Tuesday, December 22, 2009

Buenas nuevas revolucionarias:

Por supuesto que no soy parte del coro que proclama que quienes están en puestos de poder, sin gobernar y sin ejercer la menor influencia sobre la población, tengan entre ceja y ceja destruir al país para vengar afrentas de antaño. Son personas, quienes como yo, no sienten la menor vergüenza al asumir las directrices dictadas cada domingo, seguros que no tienen la menor idea de cómo llevar adelante la orden lanzada al aire bajo la sombra de las buenas intenciones revolucionarias. Pero ya viene siendo hora de un poco de orden en la pea. La cara de los oyentes se parece a la que yo quiero poner cuando, en mi puesto de representante plenipotenciario ante la Comisión Internacional para el Desarrollo de la Natación Categoría Master (PSUV de sus siglas en inglés), mis compañeros en el Consejo Consultivo me hablan de temperaturas del agua, fricción del traje de baño, protección para los canales auditivos y otras tantas locuras vinculadas al proceso de sanación que se vive al estar en el agua, pero como mi puesto me lo gané bajo la influencia del agua ardiente (y de mis vínculos con cierto oficial antillano) y rechazando la posibilidad de volver a mendigar para comer, simplemente no me importa y al trabarme lanzo la consigna que vincula a la patria con la muerte (socialismo de por medio). Pero en serio, me gustaría un poco de orden, quizás algo de represión contra los delincuentes habituales quienes, según un amigo de mi viejo, son como alrededor del 10% de la sociedad, aunque a mí me parece que, si me incluyen, no llega al 0,1%. Claro, cuando pregunto a quienes tienen la teta en la boca sobre la inacción bañada del dejar hacer dejar pasar, pues, cobardía adelante, me hablan de un proyecto superior (¿que convierte en ricos a los jefes?), del bien mayor y sobre el disparate que corre en los últimos días- no hemos ni empezado-me dicen, porque los proyectos socialistas tienen esa particularidad (posibles pero poco probables). Yo todavía tengo esperanza y comentaré porque: cuando veo algún destello como lo que sucede en el kilometro 12 de la vía al Junquito, donde el camarada Jorge (o quien hace sus veces) acabó con ese botadero de basura (producida bajo criterios industriales que el proceso quisiera para sí), colocando unos contenedores para contenerla, activando unos camiones recolectores para recogerla y lo que es más importante y trae el mensaje de mi canción, ubicando una patrulla para impedir que nosotros los revolucionarios lancemos los desechos fuera de los inmensos potes verdes y cúbicos, a lo cual, por efecto, los malandros dejaron de asaltar a los transeúntes porque los jóvenes policías de servicio no han impuesto su codicia en la zona permitiendo el fomento de alianzas entre quienes están armados. Ante tal buena noticia debo revivir a la ilusión, obligado como estoy de dar la buena nueva (soy quien pone el niño Jesús por razones de mayorazgo) que todos los años se acerca (y se aleja) con la navidad y el fin de año. Felices fiestas a todos y no beban tanto que nosotros los camaradas evitamos ingerir pócimas capitalistas (al menos cuando dormimos), aunque son divinas y en lo particular no puedo apartarlas de mi izquierda.

Saturday, December 05, 2009

De la división y su antónimo:

Todavía recuerdo con cariño cuando la magistrada de la corte primera y hoy flamante Presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, entraba, hace unos años, a la sala de audiencias, en un juicio oral y público cuya fase verbal no tenía ninguna fuerza. Ergo, sabedora de la futilidad del trámite, al sentarse se colocó sobre su cara unos inmensos lentes oscuros que le permitieron recorrer el acto abrazada de Morfeo (arrullada por mis incoherencias). De ese día también recuerdo a otros magistrados bien rojos (en la actualidad, fervientes conversos) a quienes no les molestaba en absoluto el sueño de la compañera, porque al parecer y esto es el único elemento de ficción en el relato, los lentes pasaban de manos permitiendo que en el próximo evento otro fuese el descansante. El detalle simpático del amañado proceso era que tuve que fungir como litigante primerizo, y a medida que iba tomando confianza empecé a subir el tono de voz y en un arranque de seriado norteamericano (ya consciente que había perdido dos días antes), señalé el expediente que estaba al frente de la bella durmiente y grité ¨allí están las pruebas¨. La amiga del proceso se despertó en medio de un estertor transformado en feroz ronquido y con varios ¨aaahh, aaah¨ puso la guinda final a una actuación sin mayor sentido. De vuelta a la actualidad (que en tiempos de revolución significa volver al siglo IXX) me encuentro con un café a mi vera, leyendo un periódico golpista en internet, que habla de las bondades de destruir el sistema financiero con la finalidad de proteger a quienes son pilares del proceso y allí, al enterarme que los Tigres de Aragua perdieron otra vez, me topé con un titular dirigido al líder de todos nosotros el cual recoge lo siguiente "No podemos seguir pensando en una división de poderes porque eso es un principio que debilita al Estado". La declaración poco aporta a un debate ideológico que no se da ya que las partes no intercambian ideas en algún espacio común, sirve más bien para continuar la insensatez conocida como batalla mediática. Pero, tranquilos mis disociados opositores, lo anterior no representa mayor peligro institucional (aunque los regentes de cada institución del estado se dedican a destruirla siguiendo el ejemplo que el gordo dio) porque al continuar la lectura, seguramente vaciada para desvirtuar las palabras de la magistrada, nuestra defensora de la justicia remata con ¨una cosa es la separación de los poderes y otra es la división¨. La tesis, hallada en 1947 por unos pastores en una gruta de Qumrám a orillas del Mar Muerto, contiene un elemento rescatable que trae el mensaje de mi canción: separación y división para los ungidos no son sinónimos y si bien es cierto que existe un único poder (que no explica pero sospecho que se refiere a Dios) el mismo se forma de grupúsculos que deben por competencia ser INDEPENDIENTES. Salud y nos vemos en la próxima hallaca, eso sí bañada con liquido cuyo nombre no puedo mencionar porque fue prohibido por el proceso, dándome finalmente un argumento convincente para oponerme a la cabalgata deportiva roja-rojita y para coincidir con los principales afectados, lo militares.